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dilluns, 11 de maig del 2015

Parte dos de la biografía de MARLEY MARL: MC SHAN, BIZ MARKIE y su cumbre, "Long live the Kane", de BIG DADDY KANE

Para leer la primera parte de su biografía pinchar aquí: Capítulo IV: Jay-Z aún rapero en remezclas de cara B con Shai en 1995. MARLEY MARL.


Más o menos en 1986 se produce la consolidación de la carrera musical de Marley Marl como creador,
MARLEY MARL. fuente: beattips.com
pilar y aglutinador de una escena dentro del hip hop. Así, la New School de la que hablaba en el anterior post, articulada desde hacía años en la JUICE CREW, se consolidaba por entonces con la inclusión de dos  nuevos raperos, Big Daddy Kane y Biz Markie, que se convertirían con los años en clásicos. También se fundaba COLD CHILLIN’, el sello discográfico que difundiría los frutos, o los brebajes (se llamaban la “Peña del Zumo”, o así, al menos literlamente, no sé yo en jerga callejera), exprimidos del talento de una nueva remesa de jóvenes músicos que encontraron acomodo en la ya casi consolidada escena del hip hop.

Según discogs.com Cold Chillin' tuvo su origen en PRISM RECORDS, que estaba especializada en especies varias de la cultura callejera y de clubes negra: electro, disco, house, hip hop y R&B. Fue fundado en 1978 por un judío, LEN FICHTELBERG, en esa larga tradición de empresarios judíos que apoyan (o se benefician) de las sucesivas subculturas musicales creadas por los negros desde, al menos, los tiempos del legendario sello Atlantic, dirigido inicialmente por un judío, Herb Abramson y un turco, Ahmet Ertegun (ver post con amplia reseña de la carrera de Herb Abramson en este blog). Apestados socialmente jugando con otros aún más apestados.

En el nuevo negocio del hip hop Fichtelberg decidió apoyarse en un entendido, TYRONE WILLIAMS. Éste, según http://coldchillinrecords.blogspot.com.es/2010/11/from-source-tyrone-williams.html (un blog dedicado enteramente al sello), era el tercero en discordia en la entente inicial formada por Mr. Magic y Marley Marl en el programa de radio Rap Attack: él era el productor del mismo. Chicos neoyorquinos eran invitados a llevar sus canciones al programa e interpretarlas ellos mismos en directo. Marley Marl y compañía aprovechaban esta circunstancia para “apropiarse” de estos artistas: la emisión de esta música en formato demo suponía adquirir derechos sobre ella por parte del trío. Con los años la edad de los raperos amateurs que se acercaban al programa fue descendiendo. Los padres de las criaturas solicitaban a Tyrone que se convirtiera en mánager de sus retoños. Ahí empezó la carrera como mánager de Tyrone.

Entre esos artistas que llegaron al conocimiento de Tyrone estaban Roxanne Shanté, MC Shan (primo de Marley Marl) y Big Daddy Kane. Los primeros singles de Shanté aparecieron en un sello de Filadelfia  llamado POP ART RECORDS, especializado en electro y música bailable, es decir, de la misma cuerda de Prism. Las primeras grabaciones de Kane salieron con el sello Prism. Pero el éxito de Shanté en 1985 sugirió a Tyrone Williams que debía quedarse con lo más jugoso del negocio, porque, sí, parecía ya un negocio eso del hip hop. Y así nació Cold Chillin’ Records como subsidiaria de Prism. En dos años Cold Chillin’ absorbería a su matriz, en una apuesta definitiva por el género del hip hop, una apuesta que hablaba de la imparable difusión y popularidad del mismo. Recordemos que en esas alturas Run DMC, Beastie Boys y Salt 'N’ Pepa gozaban de un considerable éxito comercial.

Otro de los artistas que se estrenaron discográficamente en Prism fue BIZ MARKIE, que fue el segundo intérprete que, con el sello de la producción y la composición de Marley Marl lograba dejar una muesca en las listas de éxitos, a las que tanto apelo en esta serie dedicada a Jay-Z y, también, en la dedicada al R&B noventero, porque, reitero, la música negra popular tiene por principio alcanzar el éxito, el cual se entiende que debe provenir de la frescura e innovación de las propuestas. Es decir, que en estos casos comercialidad y calidad y originalidad, extrañamente coinciden en un buen número de ocasiones.

BIZ MARKIE. fuente: pixgood.com
Biz Markie se estrenó con un single editado en 1986, titulado “Make the music with your mouth, Biz”, que alcanzó un discreto 84 puesto en la lista de R&B. Hay un canal en youtube llamado Dubspot con números espectaculares: 240.440 suscriptores  a mediados de mayo de 2015, dedicado a la enseñanza de las técnicas de grabación de la música electrónica y al arte de pinchar discos. Entre los productores y dj’s invitados está nuestro Marley Marl que “destripa”, en mi terminología, dicho tema. También aprovecha para contar cómo conoció a Biz Markie.

De nombre legal MARCEL THEO HALL, Biz Markie había nacido en 1964 en un pueblo del estado de Nueva Jersey. Marl dice que Biz se presentaba todos los fines de semana en Queensbridge a la caza “del afamado productor Marley Marl”. En un momento dado pudo demostrar sus habilidades, su arte como caja de ritmos humana, a una corta distancia de Marl. Éste, atraído por los peculiares ruidos que llegaban “del vestíbulo” (dice “hallway” sin decir de qué lugar concreto se trataba: ¿la emisora de radio? ¿su casa?) salió y se topó con Biz Markie, golpeándose la garganta para distorsionar los diversos sonidos guturales con que imitaba el sonido de una batería. De la estupefacción pasó rápidamente a tratar de aprovechar semejante potencial. Tenía un tema que pensaba iría como anillo al dedo del joven Biz.

Biz Markie llevaba algún tiempo vinculado a la Juice Crew. Era el beatboxer de Roxanne Shanté e incluso aparece en algunas canciones de la rapera. Con ese movimiento osado de ir y cantar la serenata bajo el balcón del productor logró salir de su condición de sufrido secundario. No tengo muy claro cómo, siendo parte del equipo de Shanté no pudo llegar a Marl de una forma más ortodoxa, pero, en fin, supongo que la historia del vestíbulo queda más bonita en la mitología particular del hip hop.

En el vídeo de marras tenemos el inmenso honor de ver a Marley Marl explicando paso a paso cómo fue montando la canción. Vemos cómo describe las ideas que se le ocurrieron para crear “algo nunca oído”, con lo que tenemos una demostración más del espíritu intensamente creativo, que en algún momento pudo tener el hip hop y que creo característico en general de la música negra. Digamos que si los raperos luchaban en battles para demostrar su habilidad los productores luchaban entre ellos creando sonidos nuevos, inventando nuevas técnicas, etc. Marl dice que la aportación principal en “Make the music with your mouth, Biz” es meter un subgrave como parte del patrón rítmico: en su explicación quería que cuando sonara la canción desde los coches con las ventanillas abiertas todo el mundo percibiera sin lugar a dudas que ese sonido era totalmente nuevo. Supongo que Marley tenía en algún lugar de su subconsciente musical el sonido del dub jamaicano, con sus profundísimas líneas de bajo. A fin de cuentas su nombre de pila es Marley, apellido de quien ya sabemos. Luego, para completar el aderezo “instrumental”, por llamarlo así, pues todos los sonidos son muestras replicadas por el sampler, se internó en su colección de discos y se decantó por uno de sus temas favoritos del gran Isaac Hayes, de quien “tomó prestado” una línea de piano del tema “Ike’s mood”, del disco “…to be continued” (editado en 1970). Es la mismica en la que se fijaron Massive Attack para uno de los temas de su archirreconocido “Blue lines”, su debut de 1991, sólo que Marley Marl la colocó a más revoluciones. El resultado, esquelético, contundente, musculoso, es puro sonido old school, aderezado con las habilidades vocales de Biz, que tira más para el buen humor que hacia un posible virtuosismo. No, aunque tanto se llevara entonces, lo suyo no iba en plan jazz pop vocal estilo Bobby McFerrin, Take 6 o Manhattan Transfer.

Para redondear el número, y convertirlo en un clásico del hip hop, el cantane invitado, TJ SWAN, que sería el primer cantante R&B de Cold Chillin’, y, por tanto, pionero de la larga y fructífera historia de amor y amistad entre el R&B y el hip hop (que culminaría con nuestro Jay-Z y Beyoncé, rey y reina respectivos de sus distintos negociados, felizmente casados, dueños de todo hasta donde alcanza la vista), canturrea la melodía de un éxito de 1969 del bubblegum pop del grupo STEAM, “Na na hey hey kiss him goodbye”. Escuchando el original uno puede ver cómo el soul de los sesenta evolucionaba de mano de músicos blancos hacia el pop comercial de principios de los 70. Este tema fue versionado con gran éxito en 1983 por Bananarama, que fue en quienes se debió fijar TJ Swan. Estaba claro que el hip hop, en su voraz apetito de sonidos, no le iba a hacer ascos al pop comercial hecho por blancos.

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Para 1987 Marley Marl era un productor y remezclador ocupadísimo. De todas las movidas en las que anduvo la única con repercusión comercial la protagonizó MC SHAN, de nombre real SHAWN MOLTKE, y nacido en 1965.

MC SHAN (Cold Chillin'/Warner Bros)
Se había estrenado en 1985 con un single para una multinacional, MCA. Como no tuviera mucha repercusión pronto se vio en la calle, sin contrato. Inteligentemente echó mano de agenda. Allí, entre sus familiares se encontraba nada menos que su primo Marley Marl así que, ¿por qué no intentarlo? MC Shan acabó en la escudería Cold Chillin’ y con todo un álbum producido por Marl, titulado “Down by law”. En allmusic.com reprochan a Marley Marl haber aplicado las mismas ideas en todos los temas: ritmos sintéticos sincopados, prácticamente iguales, samples que eran meras notas aquí y allá. De esta tosquedad expresiva tan old school y ya entonces algo desfasada, sacaría oro en un lustro Vanilla Ice, quien, en 1991 no dio con un sonido más evolucionado que este, ni con un flow más moderno que el del algo dubitativo de MC Shan. El rapero de Florida fue número uno durante semanas; “Down by law” pasó desapercibido. No estoy diciendo que el disco de MC Shan se mereciera triunfar ni nada parecido. Pero tenía, al menos, un tema espléndido, un tema en el que el por entonces estajanovista Marley Marl por fin se detuvo y pensó muy bien lo que hacía antes de darle al botón rojo de grabar: “Left me lonely”. En él, frente al austero y machacón sonido de buena parte del álbum, Marl se decanta por darle un aire electro, con melodías de teclados (menudo lujo, gracias Marl) y la muy peculiar contribución vocal de TJ Swan. Su voz viene contrapunteada por un teclado que suena como en otro acorde, más bajo, con un efecto parecido al del cambio de acordes en los riffs melódicos del techno detroitiano. El resultado es tan destartalado como encantador. Debió pensar lo mismo Frank Farian, que sólo un año más tarde la petaba mundialmente con Milli Vanilli, cuyo “Girl, you know its true” es un auténtico calco, pero en soso, de “Left me lonely”. A fin de cuentas, ¿quién se iba a enterar? El tema de MC Shan no era más que un oscuro tema del underground neoyorkino, que no llegó siquiera a visitar el Top 60 de la lista de R&B.

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PAULA ABDUL. fuente: tfile.me
Marley Marl sabemos que anduvo haciendo electro en los principios de su carrera y que incluso estuvo entre los pioneros del house con su remezcla para Aleem. A la altura de 1988 lo vemos de nuevo coqueteando con las pistas de baile. Se encarga de las remezlcas del tema “You can do the dancin’”, tema del dúo LE PAGE, que, como Lime, se dedicaran a principios de los 80 a hacer electro-disco. En el tema que nos ocupa los vemos en su encarnación en plena forma, con un adictivo tema de electro evolucionado, con pequeños toques house, como ese solo de piano que directamente nos lleva a Inner City, que ese mismo año publicaran sus cañonazos “Big fun” y “Good life”.

Sus devaneos fuera del negociado del hip hop le llevaron al lado justo del fulgor del éxito, con su
“Marley Marl Mix”, del “Straight up” de PAULA ABDUL, que, en su versión original llegara al número uno en la lista de pop de los EE.UU. Vale, era una mezcla de esas de las muchas que se incluían en maxis, entonces y ahora, de los singles de pop comercial bailable. Tampoco es una maravilla, ni ayuda a aligerar la excesiva machaconería del original, porque machacón puede ser también el estilo de Marl, que encima no teme sumar más que restar, añadiendo elementos de electro, house y hip hop, para aturdimiento de nuestros oídos.

BIG DADDY KANE en la peluquería (cherrybombed.com)
Marley Marl era, como vemos, un productor y remezclador de creciente prestigio, que, aunque no le hacía ascos a probar con otros estilos tenía bien claro que su fuerte era el hip hop. En 1988, de hecho, produjo uno de los discos clásicos de la primera era dorada del género. La búsqueda de trascendencia en la que estaban embarcados Marley Marl y Tyrone Williams llegó algo tarde, en 1988, de la mano de un chaval de 20 años, BIG DADDY KANE, con su primer LP, “Long live the kane”. Este disco se colocó en el puesto cinco de la lista de música negra, pero, aparte de eso es considerado por algunos uno de los mejores discos del hip hop. Destaca la crítica el flow innovador de Kane, que es capaz de adaptar la velocidad de su fraseo a ritmos más rápidos. Marley Marl viste la voz de Kane con sus consabidos ritmos esqueléticos, actualizados al estilo hardcore que ese año introdujeran con fuerza N.W.A. con “Straight outta Compton” y Public Enemy con “It takes a nation of millions to hold us back”. Frente al aliento funk de esos discos, a los ritmos más complejos y la mayor vestimenta instrumental, a la utilización imaginativa de samples varios,  Marl contrapone su demoledor minimalismo, enriquecido con samples con apenas una o dos notas, que se repiten estratégicamente, impulsando la rima de Kane hacia cotas de intensidad notables. Esta técnica sería ampliamente explotada por DJ Premier de Gang Starr. Luego hay temas más pop, como “The day you’re mine”, en la onda semihouse del “Left me lonely”, que podría pensarse fuera de lugar pero resulta que es estupenda, sensual hasta el punto de que recuerda a Imagination.

Luego viene la encantadoramente caradura “On the bugged tip”, en la que SCOOB LOVER hace de contrapunto con su voz aguda a Big Daddy Kane, replicando el contraste de voces de Public Enemy. El buen humor, la variedad de ambientes, de ritmos siguen con “Ain’t no half-steppin’”, que saliera como single. Los zumbidos alienígenas que suenan obstinadamente son los mismos que él mismo o Afrika Bambaataa usaran como efecto sonoro generador de inquietud en sus sesiones de dj’s a principios de década. Eso es tirar de fondo de armario, Marl.

A continuación llega “I’ll take you there”, con su letra concienciada y el sample de esa fanfarria de vientos que luego cogieran para ellas Salt N’Pepa en el tema “Let’s talk about sex”. “Just rhymin’ with Biz”, con la colaboración de Biz Markie, contiene un breakbeat del demoledor “Payback” de James Brown. El resultado es poderoso, implacable. Lo mismo se puede decir de “Mister Cee’s master plan”, con su breakbeat de bajo y de guitarra rítmica que son como latigazos para que la intensidad no decaiga. El arte de Marley Marl, destartalado, tosco, pero brutal, inapelable.

Para leer capítulo siguiente pinchar aquí:

Parte tres de la biografía de MARLEY MARL: 1989, año de transición.

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